Universo mineral en la era digital

La demanda global hace que la minería sea un segmento estratégico para varios países. Brasil, Chile, México y Perú, por ejemplo, son grandes productores de minerales, concentrando 85% de las exportaciones de toda América Latina y Caribe - región que, como un todo, creció enormemente en el sector durante las últimas décadas. Desde 1970, la extracción de minerales creció un 600%, llegando a 3,97 mil millones de toneladas en 2017. Las inversiones en el segmento también son grandes: se inyectaron 171 mil millones de dólares entre el 2003 y el 2017, a pesar de haber ocurrido una pequeña caída en los últimos años.

Sin embargo, esa reciente disminución no le quita peso al sector para la economía de la región. Solamente en Chile, por ejemplo, está prevista una inversión que llega a los 60 mil millones de dólares, para los próximos 10 años. El país fue responsable por 23% de las exportaciones de toda América Latina y Caribe entre 2015 y 2017. El gran destacado es el cobre, ya que Chile concentra 21% de toda la reserva mundial del mineral.

Por otro lado, en Brasil, según informaciones del Instituto Brasilero de Minería (Ibram), la industria mineral, formada por los segmentos empresariales de exploración, minería y transformación mineral, está compuesta por más de 10 mil empresas que emplean a más de 2 millones de trabajadores y son ejemplos internacionales de competitividad y calidad empresarial. El sector corresponde a 16,8% del PBI Industrial del país, con un volumen de producción de más de 2 mil millones de toneladas por año. En 2017, fueron US$ 28,3 mil millones en exportaciones y más de 400 millones de toneladas movidas en los puertos brasileros.

Considerada como una de las últimas fronteras mineras del mundo, Argentina ha alumbrado solo una pequeña porción de su potencial geológico: La oferta minera argentina -oro, plata, cobre, zinc, plomo, molibdeno, hierro, litio, potasio, minerales nucleares y tierras raras- es de las más diversificadas, destacando que todavía queda por analizar más de un 70% de la superficie pasible de mineralización. En el extremo noroeste (provincias de Jujuy, Salta y Catamarca) se sitúan una serie de salares que, en conjunto con Chile y Bolivia conforman el denominado “Triángulo Dorado del litio”, donde están cuantificadas más del 80% de los recursos globales de este mineral. Según estimaciones, la venta de coches eléctricos crece a razón de un 13% anual y cada auto requiere como mínimo 1,6 kilos de litio, contra los 18 gramos que demanda una tablet. La nueva movilidad es la gran apuesta para producir un material que abunda en las provincias norteñas. En 2018 el sector minero alcanzó exportaciones por u$s3.855 millones: un 10% más respecto del año anterior y se ubicó así en el sexto lugar entre los complejos exportadores del país.

Sin embargo, el éxito del sector está encarando algunos desafíos relacionados a seguridad, eficiencia energética, aumento de la productividad, reducción de costos operacionales y, naturalmente, preservación del medio ambiente. La región de América Latina y Caribe es el lugar del planeta con más conflictos socioambientales en el sector de exploración mineral. Esas discusiones aumentaron a lo largo de los años y muestran la urgente necesidad de encontrar modelos de exploración sostenibles, tanto social como ambiental.

Para encarar esas cuestiones, la tecnología es esencial. En el contexto de la 4ª Revolución Industrial, la Minería 4.0 gana cada vez más espacio para traer innovaciones que mejoren los métodos de extracción, con costos más competitivos y mayor seguridad para los trabajadores. Además, el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones es uno de los principales caminos para crear modelos de producción más sostenibles.

Con su ADN de innovación, Bosch, líder mundial en soluciones para Internet de las Cosas (IoT), ya forma parte de esta nueva realidad. Ofrecemos soluciones innovadoras y de calidad para hacer que las minas argentinas sean cada vez más conectadas y eficientes.